La capital de Aragón es una ciudad surcada por el Río Ebro que atesora obras arquitectónicas de inmenso valor artístico, patrimonial e histórico como la Basílica de Nuestra Señora del Pilar y la Aljafería, un palacio estilo morisco y mudéjar del siglo XI, entre muchas otras obras de inmenso valor.
Se trata de una metrópoli que conjuga el pasado con el presente, la nostalgia con la actualidad y que oculta muchos otros tesoros ideados para el disfrute, la recreación y la evasión sana y agradable de todos sus turistas y visitantes. Zaragoza dispone de una vibrante actividad comercial gracias a sus mercados, centros comerciales y locales donde encontrarán mercancías, artículos y souvenirs, además de puestos de comida callejeros en donde degustar dulces y confituras.
La ciudad también ofrece áreas verdes y hermosos parques recreativos como el parque dedicado al afamado escritor zaragozano José Antonio Labordeta donde encontrarán fuentes, jardines, kioscos y cafeterías para el disfrute y descanso de los visitantes, en especial las familias y niños pequeños.
Otro tesoro escondido en Zaragoza es su divertida y animada vida nocturna, en especial la desarrollada en el Tubo. Se trata de una zona ubicada dentro del casco antiguo de la ciudad caracterizada por una serie de intrincadas callejuelas repleta de restaurantes, bares de tapas y pubs en donde los visitantes y turistas podrán disfrutar de la gastronomía zaragozana, los excelentes licores de la región y de la hospitalidad y camaradería de sus gentes.
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