Zaragoza (España)

Historia de Zaragoza


La población más antigua de lo que hoy es Zaragoza se remonta al siglo III a. C., siendo después refundada por los romanos aproximadamente en el 25 a. C. en donde se estableció una cuadrícula latina tradicional en sus calles.

Esta ciudad se mantuvo en pie a lo largo de los siguientes 400 años hasta que los suevos en 452 y luego los visigodos en 466 la incorporan al reino de Tolosa.

Desde ese entonces la ciudad fue acosada por francos y otros bárbaros hasta que finalmente los sarracenos la capturan en el año 714, convirtiéndose en parte integral del califato.

Una riqueza cultural imponente

A partir de ese entonces Zaragoza viviría un esplendor cultural y socioeconómico gracias a su gran tolerancia en donde convivían cristianos, musulmanes y judíos alcanzando su cénit en el siglo XI, ampliando los límites de la ciudad con impresionantes palacios y templos para después fortificarla ante el avance de las tropas cristianas.
 
Zaragoza (España)
Finalmente, una alianza entre francos, aragoneses y occitanos, con las tropas de Alfonso I, apodado el Batallador, reconquistó Zaragoza en 1118 convirtiéndola en la capital del Reino de Aragón.

Bajo el mando del Reino de Aragón la tolerancia religiosa se mantuvo de manera muy frágil debido a los diferentes intereses e influencias económicas entre los distintos clanes, pero inició un complejo proceso de luchas de poder con los reinos rivales de los aragoneses y que se alargó por espacio de los siguientes siglos.
 
A pesar de la pérdida de influencia de la ciudad después de la unión con el Reino de Castilla, el florecimiento cultural de Zaragoza se mantuvo con la fundación de la universidad y diferentes colegios y academias, eso a pesar de la expulsión definitiva de los judíos en 1492 y de los moriscos en 1609.

El período turbulento y el desarrollo

La situación de Zaragoza vuelve a complicarse después del apoyo manifiesto al Reino de Aragón durante la Guerra de Sucesión que concluyó en 1707 con la pérdida definitiva de su autonomía y de la importante influencia política que llegó a vivir en el siglo XIII.
 
Zaragoza (España)
Esto empeoró aún más después de la invasión de las tropas napoleónicas en 1808 que hicieron atrincherar a la ciudad, resistiendo los ataques de los invasores.

El coraje de Zaragoza se convirtió en un símbolo en toda Europa en contra de los planes megalomaníacos de Bonaparte y venciendo a los franceses, pero arruinó económicamente a la ciudad que quedó arrasada con inmensas pérdidas humanas que se agravaron, aún más, con una inesperada epidemia de tifus.
 
A mediados del siglo XIX la situación mejoró para Zaragoza con la llegada del ferrocarril y su expansión residencial e industrial que hicieron necesario derrumbar las antiguas murallas medievales para que los límites geográficos de la ciudad se expandieran como nunca antes, eso a pesar de sufrir una de las peores epidemias de cólera registradas en Europa.

Para el año 1898 la industrialización de Zaragoza había devenido en un próspero negocio azucarero gracias a la remolacha y en una expansión absoluta del comercio.

Este impulso económico resultó en grandes obras arquitectónicas y en la modernización de la ciudad con grandes avenidas e impresionantes edificios, museos y palacios de gobierno, pero a costa de la destrucción de su inmensa herencia cultural y patrimonial de la España musulmana.

El siglo XX y el futuro

Durante las primeras décadas del siglo XX Zaragoza gozaba de un inmenso poder económico, industrial y bancario que acumuló grandes capitales que se tradujo en una clase burguesa acaudalada que aprovechó el boom demográfico cuando los sectores rurales se mudaron a la ciudad.

Sin embargo, el grave impacto de la depresión de 1929 y la conflictividad política agravaron la situación socioeconómica de Zaragoza que no hizo sino empeorar con la llegada de la segunda república en 1931.

Todo empeoró con el estallido de la Guerra Civil que convirtió a Zaragoza en un campo de batalla a principios del conflicto, después de una fallida contraofensiva de las tropas republicanas.
 
Zaragoza (España)
Tras el triunfo de los sublevados franquistas la ciudad sufrió un cambio drástico que abarcaron ambiciosos planes urbanísticos y el crecimiento de su casco urbano sobrepasando la barrera natural del Ebro.

Después del llamado Milagro Económico Español, en los años 70s, Zaragoza se convirtió en la quinta ciudad más populosa de España gracias a la constante migración rural. Este impulso no hizo sino aumentar de manera dramática después de la llegada de la democracia y del ingreso de España en la Unión Europea.
 
Este nuevo empuje se tradujo en una mayor industrialización, la creación de un pujante motor comercial y turístico y en el destino de académicos interesados en el rico pasado cultural y patrimonial de Zaragoza, eso a pesar de ser, junto con Granada, la ciudad española en donde se produjo la mayor destrucción de patrimonio histórico y cultural.

Durante los siguientes 30 años de democracia Zaragoza mantuvo su impulso, pero el crack económico de 2008 afectó su industria, el pujante sector inmobiliario y ralentizó su desarrollo posterior.

Zaragoza tiene grandes retos en el siglo XXI, entre ellos la fuerte competencia industrial con otras ciudades emergentes europeas y asiáticas, así como afianzar su liderazgo en áreas como el turismo y servicios.
 
    A Coruña
    Alicante
    Almería
    Barcelona
    Bilbao
    Burgos
    Cáceres
    Cádiz
    Córdoba
    Girona
    Granada
    Jaén
    León
    Madrid
    Málaga
    Murcia
    Oviedo
    Palma
    Salamanca
    Santander
    Santiago
    Segovia
    Sevilla
    Toledo
    Valencia
    Valladolid
    Zaragoza
 
 
    A Coruña
    Alicante
    Almería
    Barcelona
    Bilbao
    Burgos
    Cáceres
    Cádiz
    Córdoba
    Girona
    Granada
    Huelva
    León
    Madrid
    Málaga
    Murcia
    Oviedo
    Palma
    Salamanca
    Santander
    Santiago
    Segovia
    Sevilla
    Toledo
    Valencia
    Valladolid
    Zaragoza