La Iglesia de Santa María del Naranco es un antiguo palacio ramirense prerrománico situado a las afueras de Oviedo, en la cara sur del monte Naranco, que originalmente estaba pensada como un
Aula Regia dentro del conjunto arquitectónico del palacio real de Ramiro I y que data del año 842, por lo que se trata de una de las construcciones más antiguas que existen en Asturias.
Como todos los templos de este estilo, la iglesia presenta una riqueza de detalles que se muestran tanto en su exterior como en su interior, en especial su rica decoración escultórica, típicamente tardorromana supeditada a su diseño arquitectónico.
El templo, hecho en su mayor parte con sillarejo, presenta un aspecto asusto, elegante y esbelto, con una planta de forma rectangular de 6 metros de anchura por 21 metros de longitud dividida en dos pisos con una altura de 9 metros, por lo que presenta una construcción sumamente alargada.
La planta baja posee un cuerpo central amplio cubierto por una bóveda de cañón y arcos fajones descansados sobre el muro y que probablemente era usado como oratorio palatino o cámara regia ideada para recibir audiencias reales.
La planta superior presenta una distribución similar con una sala rectangular central cubierta por una bóveda de cañón peraltada atravesada, a su vez, por seis arcos fajones apoyadas sobre ménsulas y recorrida en sus extremos mayores por una arquería ciega apoyada sobre una columnata doble.
En su exterior se pueden admirar sus contrafuertes junto con los arcos fajones de su interior, así como miradores abiertos hacia afuera gracias a tres arcos peraltados de medio punto, siendo el central algo más grande que los laterales.
Debido a su enorme riqueza patrimonial, artística e histórica, la Iglesia de Santa maría del Naranco mereció la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en 1985.