La Basílica menor de San Juan el Real es una iglesia de principios del siglo XX situada en la Plaza de Fernando Rubio y diseñada por el afamado arquitecto Luis Bellido la cual, debido a su monumental apariencia, se le conoce popularmente como la Catedral del Ensanche.
El estilo arquitectónico de la basílica, cuya construcción se prolongó desde 1912 hasta 1915, se alimenta de muchas corrientes modernistas propias de la España de principios de siglo, es por eso que se denomina una construcción historicista ecléctico, profundamente decorada, predominando las formas bizantinas y neorrománicas.
Su diseño presenta una planta de cruz latina de una única nave donde se observan capillas laterales y una enorme cúpula soportada sobre cimborrio y pechinas con un adornado externo de azulejos rojos y tanto su cabecera como el transepto están rematadas en ábsides de forma poligonal.
El complejo arquitectónico usó una hermosa cantería de piedra blanca y rosa profusa en pináculos, capiteles y molduras donde destaca en especial su fachada de forma hastial donde exhibe un ventanal amplio y hermoso de tres cuerpos encima de la portada escoltada, a su vez, por dos torres en cuya cima se observan templetes en cuyo interior se encuentran campanas.
El interior de la basílica fue obra del afamado sacerdote y artista asturiano Félix Granda quien elaboró una compleja y rica iconografía que incluía esculturas, murales, pinturas y retablos, entre ellos el hermoso retablo del altar mayor con su forma de políptico dorado que atesora una hermosa talla de San Juan Bautista.
Otros detalles destacables son la hermosa lámpara de la bóveda del baldaquino con un diseño inspirado en una corona votiva visigótica y su magnífico comulgatorio hecho en mármol y con un enrejado de bronce fundido.
Como detalle interesante cabe mencionar que la fachada de la basílica tiene clavada una bomba de la Guerra Civil Española que no llegó a detonar.
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