En el contexto de la Guerra Civil Española, y con el incremento del uso bélico que se le dio a la aviación, se comenzaron a construir refugios antiaéreos en las zonas donde el conflicto era más fuerte con el objetivo de proteger a la población civil. Como Jaén no tenía valores estratégicos muy importantes, la ciudad no poseía ningún refugio al comienzo de la contienda.
Hasta que el 1 de abril de 1937 se realizó el bombardeo a la ciudad de Jaén por orden del General Gonzalo Queipo Llano. El resultado de este ataque fueron 157 civiles muertos. Al día siguiente la Comisión del Frente Popular y el Alcalde de la ciudad se reunieron para planificar la construcción de varios refugios que pudieran brindar seguridad, y a la vez tranquilizar, a la población.
El refugio construido en la Plaza de Santiago tenía capacidad para albergar hasta 1.040 personas y estaba formado por 3 túneles, que es lo que hoy se puede visitar.
La muestra que hoy pueden ver los visitantes sirve como un homenaje para las víctimas, además intenta explicar a través de fotografías y textos explicativos cuál era el contexto histórico y las circunstancias en las que se vivieron estos eventos. Además, el refugio sirve como un ejemplo de la arquitectura militar desarrollado en el período de la guerra y como un lugar de recuperación de la memoria histórica.
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