Jaén (España)

Historia de Jaén


La historia de la ciudad de Jaén es una de las mas antiguas de España, ya que sus orígenes se remontan al calcolítico, hecho documentado a través de investigaciones donde se han hallado aldeas que datan del final del Neolítico. De estas, la más destacada es el yacimiento de Marroquíes Bajos, que tiene una extensión de alrededor de 40 hectáreas y se encuentra en los alrededores de la ciudad.

Orígenes

A través de la arqueología y numerosas investigaciones, se ha determinado la existencia de varias fases culturales en la ciudad de Jaén, como de la Edad del Cobre, perteneciente al tercer milenio antes de Cristo. De esa época se han encontrado varias construcciones, entre ellas viviendas, sitios de almacenaje e incluso murallas, fosas y otras estructuras de tipo defensivo.
 
Catedral de Jaén (España)
Durante la Edad del Cobre comenzó a aparecer la metalurgia, la complejidad social, la posesión del territorio y la expansión demográfica en la península ibérica. Esta etapa en Jaén trajo aparejada la formación de una economía agraria y el surgimiento del sistema territorial.

De la época íbera destaca la presencia del Cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas. Las excavaciones llevadas a cabo en esta área demostraron la presencia de un muro escalonado con torres, siendo por esta construcción por la que recibió el nombre de Plaza de Armas.
 
Al estar en una zona geográfica de trasbordo estratégico, griegos y fenicios poblaron la zona de Jaén y formaron así también parte de su apasionante historia.

En el año 237 a. C. comenzó la conquista cartaginesa del Guadalquivir. Este hecho provocó la explotación de los yacimientos mineros de Sierra Morena y convirtieron a Jaén en una población enriquecida y fortalecida. Más tarde, la ciudad fue invadida por Escipion el Africano, quien derrotó a los cartaginenses pasando Jaén a manos romanas.

Después de esta época romana, se establecieron en la zona los visigodos durante primera parte del siglo VI. A pesar de esta situación, la ciudad de Jaén seguía estando en su mayoría poblada por hispanorromanos.

Etapa islámica e influencia judía

Posteriormente y durante cinco siglos, Jaén estuvo habitada por los árabes. Esta época fue de gran esplendor para Jaén, logrando convertirse en una imponente ciudad. Los árabes en ese periodo edificaron mezquitas y diversos fuertes y palacios.

Jaén, durante su época árabe, fue una tierra rica y abundante, poseedora de importantes recursos naturales como fuentes de agua, bosques y una gran producción de cereales. También fue cuna de una próspera industria de tapices y utensilios domésticos.
 
Castillo de Santa Catalina (Jaén - España)
La presencia judía en Jaén data desde el año 162, aunque no fue hasta el siglo X cuando alcanzó su auge con el nacimiento en Jaén del cortesano judío Hasday ibn Shaprut. Este médico y político, llegó a convertirse en un referente de la comunidad judía en Al-Andalus. El judaísmo fue importante durante los reinados de Fernando III de Castilla, el Santo, y Alfonso X de Castilla, el Sabio, aunque sufrió varios vaivenes en su historia que desencadenaron en la persecución contra el pueblo judío en 1391. A pesar de ello, el judaísmo permaneció presente en el territorio hasta el siglo XVIII.
 
Fernando III, el Santo, en el año 1246, reconquisto Jaén para los cristianos. Ya con el mandato del Rey Enrique II de Castilla se le concedieron diversos privilegios a Jaén, llegando a ser una de las 18 ciudades con derecho a voto en las Cortes de Castilla.

A comienzos del siglo XVII Jaén sufrió una fuerte crisis como consecuencia de epidemias, cosechas estropeadas y políticas de impuestos. Así la población se empobreció paulatinamente, provocando el deterioro de casi todas las zonas de la ciudad.

Edad Contemporánea

Al inicio del siglo XIX la ciudad estaba en declive y fue saqueada por las tropas francesas en la guerra de la independencia (1808–1814), lo cual agravó absolutamente la situación. Los franceses destruyeron el Castillo de Santa Catalina antes de retirarse.

En el año 1833 la ciudad de Jaén fue nombrada capital de provincia en la división territorial determinada por la reina María Cristina de Borbón Dos Sicilias, hecho que apaciguo un poco su decadencia. Pero esta tendencia de declive no mermó plenamente hasta 1960, cuando Jaén comenzó una etapa de renacimiento.

Fue la llegada de la democracia con el fin del franquismo el hito que dio a Jaén su crecimiento exponencial tanto en lo económico como en lo social. Actualmente la ciudad vive del turismo y el cultivo de olivos, lo que le han dado su bien merecido titulo de la Capital Mundial del Aceite de Oliva.