Palacio Güell (Barcelona)
Si bien la Basílica de la Sagrada Familia es la obra cumbre de Antonio Gaudí, el Palacio Güell, cuya construcción se realizó entre 1886 y 1890, podría catalogarse como su obra más sensible y personal debido a que se trata del hogar en el que habitaba Eusebio Güell, el más grande admirador de su obra, gran amigo de Gaudí y mecenas de muchos de sus proyectos.
Como prueba de la importancia que le dio Gaudí a este proyecto está el hecho de haber realizado 25 bocetos diferentes para la fachada, todos ellos de extraordinario acabado en sus planos y con exactitud en los detalles. Este magnífico palacio está señalado como parte de lo que se denomina la Etapa Orientalista de Gaudí donde el arquitecto catalán ensayó estilos islámicos y orientales entre los años 1883 y 1888.
El palacio, con una planta de 22 x 18 metros y un edificio anexo de 6 x 20 metros, comprende sótano para caballerizas, portería, planta baja con recibidor, cochera y el área para el resto de los servicios, mientras el piso superior estaba reservado a dormitorios, baños, sector de lavandería, cocina y azotea, todo en un área de casi 3.000 metros cuadrados.
Fue diseñado con fachadas hechas con piedra natural, además de medianeras hechas de ladrillo con pilares, también de ladrillo, para el sótano y de piedra para el resto de los pisos. El palacio fue profusamente decorado con elementos delicados y finos que incluían azulejo cerámico, arcos mitrales, remates con cúpulas y templetes, cartelas de ladrillo visto y obras de arte que incluían un fresco ya desaparecido de Aleix Clapés. Como detalle importante, Gaudí contó con la colaboración de uno de sus más fieles ayudantes, Francesc Berenguer.
Como prueba de la importancia que le dio Gaudí a este proyecto está el hecho de haber realizado 25 bocetos diferentes para la fachada, todos ellos de extraordinario acabado en sus planos y con exactitud en los detalles. Este magnífico palacio está señalado como parte de lo que se denomina la Etapa Orientalista de Gaudí donde el arquitecto catalán ensayó estilos islámicos y orientales entre los años 1883 y 1888.
El palacio, con una planta de 22 x 18 metros y un edificio anexo de 6 x 20 metros, comprende sótano para caballerizas, portería, planta baja con recibidor, cochera y el área para el resto de los servicios, mientras el piso superior estaba reservado a dormitorios, baños, sector de lavandería, cocina y azotea, todo en un área de casi 3.000 metros cuadrados.
Fue diseñado con fachadas hechas con piedra natural, además de medianeras hechas de ladrillo con pilares, también de ladrillo, para el sótano y de piedra para el resto de los pisos. El palacio fue profusamente decorado con elementos delicados y finos que incluían azulejo cerámico, arcos mitrales, remates con cúpulas y templetes, cartelas de ladrillo visto y obras de arte que incluían un fresco ya desaparecido de Aleix Clapés. Como detalle importante, Gaudí contó con la colaboración de uno de sus más fieles ayudantes, Francesc Berenguer.
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