Calçots

Gastronomía en Barcelona


Para hablar de la cocina barcelonesa es indispensable situar su contexto histórico y geográfico en donde Cataluña tuvo un gran protagonismo en la concepción de una exquisita carta gastronómica basada en su topografía de montaña y una de las mejores y más pobladas costas del Mediterráneo.

Así como la ciudad es espléndida en ofrecer un menú abundante en donde se alimenta de la globalización y de una extraordinaria multitud de sabores gracias a su puerto, su área rural es pródiga en una cocina de tipo tradicional y artesanal.

El primer libro de cocina de España

Para tener una idea del enorme legado gastronómico que posee la ciudad de Barcelona se debe de resaltar que aquí fue donde se editó el que está considerado el primer libro de cocina de España, publicado aproximadamente en 1477 por Ruperto de Nola.

Otro de los más importantes recetarios fue editado en el año 1835 titulado La cuinera catalana. Se trata de un recetario anónimo que por primera vez describe en detalle una gran parte de las preparaciones gastronómicas tradicionales catalanas además de guisos y platos selectos y mencionar un glosario de restaurantes de los cuales algunos todavía existen algunos, como es el caso de Los Caracoles y el 7 Portes.

Cabe destacar que Barcelona ha destacado desde hace siglos en ser una de las ciudades españolas con mayor cantidad de restaurantes tanto tradicionales como internacionales, lo que ha ayudado muchísimo a que su cocina alcance altísimas cotas gastronómicas.

El sabor de Barcelona

El clima y geografía de Barcelona han jugado a su favor para obtener excelentes ingredientes que son el verdadero secreto de su sabor y de su gran popularidad.
 
Pantumaca
Desde lo alto de su zona montañosa hasta sus costas, Barcelona ha explotado una exótica y deliciosa mezcla de sabores que se conocer como “mar y montaña” y que se traduce en preparados, cocciones, salsas, guisos y excelentes platos.

El trigo de la región sirve para elaborar sus populares y afamadas cocas como la de recapte o la de Montserrat, además de concebir su pan de payés y el exquisito pantumaca, muy popular en la provincia, y que se le agrega aceite de oliva, tomate y sal.
 
Por otro lado, las salsas tradicionales de Barcelona aportan mucho de su sabor, entre las que se pueden nombrar el alioli, la mahonesa y la picada.

Escalivadas y calcots

Pero sin duda el verdadero secreto culinario de Barcelona se encuentra en la escalivada y los calcots.

Las escalivadas son una serie de exquisitas ensaladas a base de verduras de la región asadas, entre las que se cuentan la berenjena, el tomate, la cebolla y sobre todo el pimiento rojo, las cuales se asan, luego de limpian y se cortan en tiras para finalmente añadirles una generosa cantidad de aceite de oliva virgen extra y sal.
 
Calcots
En cambio, los calcots son uno de los platos rurales que más se consumen durante los meses de invierno debido a la gran cantidad de calorías.

Se prepara con cebolletas tiernas y largas, envueltas en papel periódico y quemadas a leña, lo que le proporciona su delicioso sabor entre lo ahumado y lo dulce.

Un buen calcot debe de estar acompañado de pan, romero, vinagre, aceite de oliva, pimientos, almendras y avellanas y tomates rojos y asados.

Dulces deliciosos

La repostería de Barcelona está estrechamente emparejada con las festividades santorales, por ejemplo, el Día de Todos los Santos se ofrecen los tradicionales panellets, unos divinos dulces hechos de turrón y mazapán.

Otra muestra de su selecta repostería incluyen sus postres elaborados a base de chocolate, lo que habla mucho de cómo ha alimentado sus sabores gracias al encuentro de culturas y sabores de otras regiones del mundo.

Otros dulces son los tortells, los pasteles de bizcocho y el braç cremat, que consiste en una especie de brazo gitano.