El área en donde se encuentra Burgos es de una gran antigüedad humana, de hecho, los estudios arqueológicos calculan que los primeros moradores hallados en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca datan de hace un millón de años, pero no fue sino hasta el Edad del Bronce que este asentamiento humano cobró verdadera organización.
Después de la ocupación romana durante el siglo II a. C. y de la posterior cristianización, Burgos fue un objetivo constante de las invasiones musulmanas debido a su estratégica posición, cosa que no pasó por alto para los reinos cristianos.
El Reino de Castilla
A partir del año 884 Alfonso III destacó una poderosa defensiva sobre la ciudad para contener el avance musulmán, pero no fue sino hasta el año 1038 cuando la ciudad consolida su importancia al ser coronado Fernando I, formado el Reino de Castilla y estableciendo a Burgos como capital.
Sin embargo, para el año 1085 Alfonso VI consigue reconquistar Toledo y convertirse en nueva capital, pero Burgos mantuvo su influencia debido a las cortes que la habitaban.
Uno de los aspectos importantes de dicha influencia se pone de manifiesto al ser Burgos desde donde se fundaron nuevas ciudades españolas, además de otras ciudades en el continente americano.
El siglo de la plenitud y la decadencia
Con la llegada del siglo XVI Burgos vivió lo que se ha denominado el Siglo de la Plenitud, gracias a su excelente ubicación geográfica donde las diferentes actividades comerciales se incrementaron.
Sin embargo, una serie de sucesos como la Guerra de Flandes, la conquista americana, una serie de epidemias endémicas y el nuevo traslado de la corona absolutista a Madrid, provocaron un período de decadencia a finales del siglo XVI que contribuyó a reducir su población y a perder rápidamente influencia.
Esta pérdida de influencia hizo que su ruta comercial, que durante siglos era pujante y competitiva, decayera en el aislamiento.
Para mediados de 1763 se tomó una medida dramática para reinstalar el Consulado y así intentar que la ciudad retomara su impulso, cosa que se logró después de muchos años.
La Era Contemporánea
Hacia finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, la decadencia de Burgos se afianzó debido a la crisis económica, a la nueva influencia mercantil que exhibía Estados Unidos y a una serie de malas cosechas que se vieron agudizadas durante la guerra contra las tropas napoleónicas.
Con la llegada del año 1812 la situación era crítica y el hambre campeaba, provocando una fuerte caída en el importante sector industrial textil de la lana, producto de la matanza de ovejas para mitigar el hambre.
Otra consecuencia de la invasión francesa fue el saqueo generalizado de obras de arte custodiadas en el interior de los templos e iglesias de la ciudad. Este expolio fue tan generalizado que inclusive afectaron a los restos del Cid Campeador.
Esta situación continuó hasta el cese de las hostilidades en donde la ciudad apenas logró recuperarse lo suficiente como para reactivar su aparato productivo, pero a lo largo del siglo la inestabilidad política y social fue una constante hasta bien entrado el siglo XX.
La Guerra Civil y el nuevo gobierno franquista
Al momento de estallar la Guerra Civil Española en el año 1936, Burgos es la sede de la Junta de Defensa Nacional de las tropas franquistas sublevadas y desde donde se dirigen las acciones militares orientadas a tomar el poder.
En Burgos se forma el Primer Gobierno Nacional de España donde Francisco Franco asume como el nuevo jefe de Estado y de Gobierno, hasta que en octubre de 1939 traslada el gobierno a Madrid después de finalizar la sangrienta contienda, pero antes, en agosto de 1939, en Burgos se forma el denominado Segundo Gobierno Franquista.
Consolidada la dictadura franquista, Burgos experimentaría un nuevo reimpulso industrial a lo largo del siglo XX, en especial en el ramo automovilístico y en la agroindustria, tanto en los empresarios locales como en los foráneos gracias a la política de Polos de Desarrollo.
Su excelente ubicación geográfica en el área central del norte peninsular la transformó en un centro de comunicación con todas las rutas nacionales e internacionales.
El siglo XXI
Con la llegada del nuevo milenio, Burgos se ha alimentado de las nuevas tecnologías y de su larga tradición pedagógica para reimpulsar la ciudad gracias a diversas escuelas y academias de gran valor estratégico, además de diversas áreas de investigación muy ligadas al mundo empresarial y comercial.
Durante buena parte del presente siglo Burgos fue la sede de eventos de gran importancia dentro del ecosistema web, por ejemplo, el Congreso de Redes Sociales.
De igual manera, su excelente gastronomía la hizo merecedora de ser la sede de importantes eventos culinarios y su extenso e importante legado patrimonial y cultural han convertido a Burgos en un lugar importante dentro del turismo de la región.
Todo esto se ha traducido en una bonanza de una gran cantidad de proyectos muy ambiciosos entre los que se cuentan el impresionante Boulevard del Ferrocarril, con una extensión de 12 kilómetros, que se ha convertido en una de las avenidas comerciales más largas e importantes de Europa.