El Castillo de la Mota se encuentra en lo alto de la cima del Monte Urgull y en su momento fue una importante fortaleza militar originaria del siglo XII, cuando fue construida por orden de Sancho VI de Navarra como una forma de proteger el recién fundado Puerto Marítimo de San Sebastián del ataque de los enemigos de la corona.
Durante los siguientes siglos el castillo demostró su utilidad e importancia al hacer frente al ataque de las tropas portuguesas y francesas durante la Guerra de Independencia o de enemigos domésticos durante las Guerras Carlistas, así como el ataque de piratas y corsarios.
Se trata de una importante edificación que fue escenario de incontables eventos históricos y que con el paso de los siglos sufrió continuos cambios, reformas y reestructuraciones en su construcción, hecho que quedó evidenciado en los continuos estudios arqueológicos e históricos.
A lo largo de esos siglos el castillo perdió su enorme y formidable Torre del Homenaje, así como una barbacana de acceso, pero sin duda el evento más dramático de todos fue cuando un rayo cayó sobre su polvorín en el año 1575 incendiando por completo toda la fortaleza, la cual tuvo que ser sometida a una profunda reforma y restauración durante el siglo XVIII.
Con la llegada del siglo XX el Castillo de la Mota pierde su utilidad e influencia quedando abandonado hasta que en los años 60s fue sometido a una profunda restauración con la intención de devolverle su magnificencia y esplendor.
Gracias a estas intervenciones el Castillo de la Mota no solo recuperó su brillo, sino que fue transformado en una institución de uso cultural recibiendo, además, la declaración de Monumento Histórico-Artístico en el año 1921.
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