Convento de Santa Bárbara (A Coruña)
Entre los innumerables espacios de la ciudad de A Coruña se encuentra la Plaza de Santa Bárbara, donde tiene su sitio el convento del mismo nombre. En esta atmósfera especial, cuyos orígenes son del siglo XV, fue construido este recinto sobre una capilla cerca de la muralla de la ciudad. Este acontecimiento aparece citado por vez primera en un documento del año 1444 en espera de su posterior aprobación por el Papa Alejandro.
Este edificio sufrió diferentes modificaciones que lo dotan de un esplendor de cada período histórico. De la estructura original solo se conserva el relieve de la puerta principal, el cual se terminó en el año 1613, y se estima su pertenencia a un baldaquino o un sarcófago gótico del siglo XIV. Este convento se considera como la peregrinación que lleva a una de las vías penitenciales para la salvación.
Asimismo, muestra el Juicio Final y está presidido por la Trinidad; el Padre Eterno sostiene a Cristo crucificado, acompañado por la luna y el sol. A la derecha se encuentra San Miguel y un dragón y a la izquierda unos monjes que van apareciendo entre árboles. En el interior presenta un relieve (perteneciente tal vez a la capilla primitiva) que muestra a Santa Catalina y a Santa Bárbara.
Para complementar la visita a este edificio, se debe disfrutar de la torre mirador de la ciudad en el patio, la cual muestra unas vistas verdaderamente increíbles.
Este edificio sufrió diferentes modificaciones que lo dotan de un esplendor de cada período histórico. De la estructura original solo se conserva el relieve de la puerta principal, el cual se terminó en el año 1613, y se estima su pertenencia a un baldaquino o un sarcófago gótico del siglo XIV. Este convento se considera como la peregrinación que lleva a una de las vías penitenciales para la salvación.
Asimismo, muestra el Juicio Final y está presidido por la Trinidad; el Padre Eterno sostiene a Cristo crucificado, acompañado por la luna y el sol. A la derecha se encuentra San Miguel y un dragón y a la izquierda unos monjes que van apareciendo entre árboles. En el interior presenta un relieve (perteneciente tal vez a la capilla primitiva) que muestra a Santa Catalina y a Santa Bárbara.
Para complementar la visita a este edificio, se debe disfrutar de la torre mirador de la ciudad en el patio, la cual muestra unas vistas verdaderamente increíbles.
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