Puente Romano de Salamanca

Puente Romano de Salamanca


El Puente Romano de Salamanca, también conocido como el Puente Mayor del Tormes, es una de sus construcciones más antiguas y se ha considerado desde antaño el puente principal de la ciudad porque comunicaba su parte meridional. Durante mucho tiempo el Puente Romano era el símbolo de Salamanca por ser el primer monumento que exhibía la heráldica de la ciudad.

El Puente Romano ha sufrido y experimentado innumerables reformas, restauraciones y cambios debido a daños en su infraestructura, adaptaciones a la topografía o los cambios estructurales.

Actualmente presenta dos partes diferentes que están separadas mediante un castillete central, la parte antigua se extiende a todo lo largo de la parte cercana de Salamanca de claro origen romano y la parte moderna. La parte antigua, denominada Puente Viejo y que posee 15 arcos, tiene su origen en la época romana. Esta sección fue elaborada usando piedra original de la cantera de granito de Los Santos, mientras que la parte moderna, conocida como Puente Hispana, procede de la cantera de Ledesma.

Algo interesante acerca del Puente Romano es que muchas de sus restauraciones y reformas fueron poco documentadas, pero por las evidentes trazas de construcción y los obvios cambios en su estilo arquitectónico han permitido a los arqueólogos hacer estudios más profundos, en especial a lo relativo a su antigüedad.

Si bien es muy impreciso de determinar, se estima que la construcción de este puente data del mandato de Augusto o de Vespasiano, es decir, una antigüedad entre el 27 a. C. y el 79 a. C., lo que convierte al Puente Romano en una de las reliquias arquitectónicas más interesantes que existen en España.
   
 
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