El Palacio Real de la Almudaina, también denominado la Alcázar Real, fue la residencia oficial de Jaime II de Mallorca y posteriormente residencia oficial de los monarcas mallorquines, aragoneses y españoles.
Reedificado en 1309 por orden de Jaime II sobre un antiguo castillo romano, la Almudaina presenta un diseño que incluye una planta baja de estilo medieval donde abundan hermosas decoraciones artísticas que van del siglo XV al XX y una planta superior donde se realizaban actos oficiales, también profusamente decorada con un mobiliario y objetos de otras residencias reales de los siglos XVII al XIX.
La Almudaina fue la residencia del reino mallorquín a lo largo de la primera mitad del siglo XIV, cuando se consolidó como uno de los reinos mediterráneos más prósperos e importantes, hasta que pasó a manos de la Corona de Aragón en 1349.
En el siglo XVI el palacio fue reformado para incluirle la planta alta, siendo el último monarca en visitarlo Carlos I, hasta que alojó a Isabel II y sus herederos en septiembre de 1860.
Al igual que el Palacio de Oriente de Madrid, el Palacio Real de la Almudaina es la residencia oficial del Rey de España durante los meses de verano.
Debido a la espectacular belleza y al inmenso valor patrimonial y cultural que posee, el Palacio Real de la Almudaina es uno de los mayores atractivos turísticos de Palma de Mallorca, así como de gran interés entre los académicos y estudiantes debido a su riqueza arquitectónica y artística.
Qué ver en Palma de Mallorca