El Convento de San Francisco de Palma de Mallorca es un templo monumental conformado por la basílica menor homónima, su claustro y una serie de construcciones adosadas iniciadas a finales de 1281 y cuya construcción se alargó durante varios siglos debido a las continuas ampliaciones, reformas y añadidos.
Este inmenso conjunto arquitectónico cuenta con interesantes elementos como su bóveda que tardó 100 años en terminarse, la hermosa fachada de estilo barroco reformada durante el siglo XVII por el afamado arquitecto navarro Francisco Herrera García que incluye un bellamente decorado tímpano y un espectacular rosetón creado por el vidriero Pere Comas.
La nave central de la iglesia del convento posee ocho capillas a sus laterales, así como un ábside con capillas adosadas, las cuales se terminaron de añadir entre 1445 y 1670.
El claustro del convento, construido entre los siglos XIV y XVI, presenta una forma trapezoidal situada al lado de la iglesia creando un conjunto de enorme belleza arquitectónica y artística donde destacan su fina columnata y las arquerías lobuladas.
La galería norte del claustro es la más antigua mientras que la meridional y la adosada a la iglesia son más “recientes” y datan del siglo XV, mientras que sus galerías superiores datan del siglo XVI.
Al igual que muchos conjuntos arquitectónicos de gran relevancia, el convento está profusamente decorado con espléndidas obras de arte donde destacan su ricamente decorado retablo barroco que incluye una representación de San José a caballo enfrentando al dragón y la hermosa estatua en el sepulcro de Ramón Llull, entre muchas otras obras.
La monumentalidad del Convento de San Francisco y su enorme valor patrimonial, hicieron meritorio que su claustro gótico fuera declarado Monumento Nacional en 1881.
Qué ver en Palma de Mallorca