La Plaza Trascorrales es una de las más antiguas que existen en Oviedo, la cual tiene un origen incierto, que se encuentra en pleno Casco Histórico y está considerada una “joya oculta” debido a que su acceso es complicado porque es necesario atravesar toda una serie de calles para llegar hasta ella.
Esta plaza ganó mucha popularidad a mediados del siglo XIX cuando albergó el famoso Mercado del Fontán especializado en pescados en el año 1866 y que luego, a finales del siglo XX, fue asimilado al nuevo Mercado el Fontán en la Plaza 19 de octubre.
Llena de enorme tradición y de patrimonio histórico, en la actualidad el inmenso edificio que fungía como sede de ese mercado y que ocupa casi toda la plaza se convirtió en un importante Centro Cultural Municipal donde se llevan a cabo eventos, talleres y exposiciones itinerantes.
Es una plaza ideal para los turistas y transeúntes debido a que es totalmente peatonal y es muy cómoda para pasear con la familia.
Otro de los atractivos que posee la plaza es que atesora el que se considera el símbolo de Trascorrales: la estatua de bronce, hecha por el afamado artista Manuel Linares, en honor a una lechera acompañada por una burrita que soportaba dos enormes garrafas de leche, razón por la cual durante muchos años a esta plaza se le conocía coloquialmente como la Plaza de la Burra.
Además de su valor patrimonial, la plaza es un punto de encuentro perfecto para los turistas, no solo por su ubicación dentro del Casco Histórico, sino porque también está rodeada de locales comerciales, bares y restaurantes en donde pueden disfrutar de una tarde agradable.
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