Palacio del Conde Luna (León)
Imagen: Wikimedia Commons
El Palacio del Conde Luna es una espléndida construcción que data del siglo XIV, obra del reconocido arquitecto Pedro Suárez de Quiñones y de su esposa Juana González de Bazán, y en la actualidad funciona como sitio de exposiciones itinerantes y como la sede de la Universidad de Washington en España para el aprendizaje del idioma español por parte de su alumnado.
El cuerpo central de su fachada, donde luce tres heráldicas, una de los Quiñones y las otras dos de los Bazán, es lo único que se conserva intacto de la construcción original del siglo XIV.
El edificio, con una fachada de 11 metros de anchura, fue construido con piedra de sillería donde destaca su portada de estilo gótico donde luce un dintel sobre modillones, además de un gran arco apuntado que cobija el tímpano y queda encuadrado en su ancho molduraje.
Tiempo después, el edificio fue ampliado por órdenes de Catalina Pimentel quién le construyó un torreón de estilo renacentista de tres niveles con aparejo almohadillado construido tableros de pizarra verde y con sillería, además de antepechos para las ventanas donde se exhiben las arenas de los Quiñones rodeados de motivos frutales.
Cabe destacar que durante un tiempo la edificación sirvió como la sede del Tribunal de la Inquisición, y después de una importante restauración fue adquirido por la Fundación Octavio Álvarez Carballo.
Debido a su importante valor artístico y patrimonial, el Palacio del Conde Luna recibió la declaración de Monumento Histórico en el año 1931.
El cuerpo central de su fachada, donde luce tres heráldicas, una de los Quiñones y las otras dos de los Bazán, es lo único que se conserva intacto de la construcción original del siglo XIV.
El edificio, con una fachada de 11 metros de anchura, fue construido con piedra de sillería donde destaca su portada de estilo gótico donde luce un dintel sobre modillones, además de un gran arco apuntado que cobija el tímpano y queda encuadrado en su ancho molduraje.
Tiempo después, el edificio fue ampliado por órdenes de Catalina Pimentel quién le construyó un torreón de estilo renacentista de tres niveles con aparejo almohadillado construido tableros de pizarra verde y con sillería, además de antepechos para las ventanas donde se exhiben las arenas de los Quiñones rodeados de motivos frutales.
Cabe destacar que durante un tiempo la edificación sirvió como la sede del Tribunal de la Inquisición, y después de una importante restauración fue adquirido por la Fundación Octavio Álvarez Carballo.
Debido a su importante valor artístico y patrimonial, el Palacio del Conde Luna recibió la declaración de Monumento Histórico en el año 1931.
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