La Iglesia de San Marcelo se encuentra en todo el centro de León en la plaza homónima que también es conocida popularmente como la Plaza de las Palomas, y junto con la Casa Botines y el Palacio de los Guzmanes, está considerado una de las construcciones monumentales más características de la ciudad.
La enorme importancia patrimonial que posee la iglesia se debe a que se sospecha que puede ser el templo más antiguo de León, sin embargo, las primeras documentaciones oficiales la sitúan en el siglo XII.
El templo, de dimensiones reducidas y cuadrangular, presenta un diseño arquitectónico de planta basilical construido con piedra de sillería donde se ubican tres naves junto con pilastras toscanas, varios tipos de bóvedas y capillas laterales.
A pesar de que se trata de un templo relativamente sencillo, arquitectónicamente hablando, la Iglesia de San Marcelo presenta una gran riqueza artística que se caracteriza por una importante colección de piezas y tallas ornamentales como su retablo mayor churrigueresco del siglo XVIII hermosamente labrado, una representación del Cristo de Balderas en una capilla y otra de San Marcelo.
Otras obras artísticas de gran valor son la imagen de La Inmaculada, atribuida al afamado artista Gregorio Fernández, una arqueta hecha de plata labrada obra de Hernando de Arguello del siglo XVII, otra arqueta de plata que atesora las reliquias de San Ramiro, también de Arguello y una hermosa imagen de Santa Marta, hecha en 1947 por Víctor de los Ríos y cuatro candelabros que pertenecieron al concilio de Trento.
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