El Mirador de San Nicolás es uno de los lugares más sencillos y tranquilos de Granada, pero al mismo tiempo es muy popular y atractivo debido a que es una planicie que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad y de sus alrededores, en especial de la Alhambra, con unos atardeces que lo han convertido en un sitio legendario.
Situado en el barrio del Albaicín, este mirador está en la cima de la Alcazaba Qadima de los Ziries, al lado de la Iglesia de San Nicolás de la que procede su nombre.
Originalmente este mirador era un punto de encuentro y una plaza de armas porque en la antigüedad no era una planicie y en su lugar solían estar palacetes árabes debido a su estratégica posición, y que, según la creencia popular, fue el lugar de la capitulación oficial de los árabes ante los Reyes Católicos en 1492.
No fue sino hasta la llegada del siglo XIX cuando esta enorme área fue completamente despejada y aplanada adoptando su forma cuadrada con el objetivo de convertirlo en un mirador con bancos hechos de piedra, una hermosa arbolada, con su característico empedrado de estilo granadino.
Entre lo más característico de su diseño arquitectónico destaca la cruz ornamental de piedra situada en el centro y colocada durante los años 30s del siglo XX.
Se trata de un lugar ecléctico, iconoclasta, exótico y lleno de mucha energía gracias a la gran cantidad de músicos, artesanos y vendedores que se pueden encontrar en sus alrededores y que han convertido al Mirador de San Nicolás en un auténtico punto de encuentro para turistas y visitantes.
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