Basílica de San Juan de Dios (Granada)

 
Originaria del siglo XVIII, la Basílica de San Juan de Dios está considerada una de las obras cumbres del barroco granadino y es uno de los lugares más venerados de Andalucía porque atesora los restos de San Juan de Dios, el santo de los enfermos.

Este hermoso templo, con un diseño característico de planta de cruz latina, comenzó a construirse en 1737 como lugar donde reposarían los restos del santo, y para ello, fue profusamente decorada con un conjunto escultórico de santos y madera policromada, además de mucha relevancia en el color dorado.

Entre sus muchos detalles de gran belleza destaca en especial su magnífico retablo mayor ubicado justo detrás del altar con decoración de oro junto con una imagen de la virgen en el área central.

La nave central, el área donde reside el sepulcro del santo, está bellamente decorada con flores, cirios y toda una serie de obras de arte alusivas a la vida y obra de San Juan de Dios.

El camarín está situado en la parte superior del templo, se trata de una pequeña capilla en la parte trasera del altar y en ella se encuentran algunos objetos personales del santo. Aquí puede verse una urna hecha de plata maciza donde se observa la famosa cruz de madera que San Juan de Dios cargaba consigo, además de algunas piezas dentales recuperadas para la veneración por parte de los fieles.

Por último, es importante señalar tanto su cúpula como las paredes de toda la estancia fueron decoradas con imágenes de ángeles y pinturas alegóricas a la vida de San Juan de Dios y cuyo conjunto artístico resulta impresionante.
   
 
Localización



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