Las Casas del Onyar, también conocidas como las Casas del Río o las Casas Colgadas, son una serie de viviendas cuya fachada da hacia el río homónimo, entre los tramos que comprenden la calle Argentina y la Rambla del barrio Viejo de Girona y que se han convertido en uno de los grandes atractivos de la ciudad.
Uno de los grandes atractivos de estas casas s su crecimiento espontáneo, con una gran diversidad en sus volúmenes presentando fachadas voladas sobre el río como si fueran galerías donde predomina los espacios vacíos virtuales y los horizontes abiertos, que hacen del conjunto arquitectónico algo único y original.
Entre las casas más representativas se encuentra la Casa Masó, hogar natal del famoso arquitecto Rafael Masó i Valentí que se convirtió en un símbolo del estilo arquitectónico novecentismo de Girona.
El origen de estas peculiares viviendas tradicionales data de los asentamientos que se construyeron encima de la muralla medieval de Girona y donde poco a poco fueron ganando altura y añadiendo voladizos, en especial durante el siglo XIX, que terminó formando este conjunto tan diverso y exclusivo.
Después de un largo período de deterioro, en el año 2010 las Casas del Onyar del área del Pont de Sant Agustí fueron sometidas a un profundo trabajo de restauración bajo la dirección de la Generalidad de Cataluña, logrando recuperar su brillo y riqueza y modernizándolas por completo.
Debido a la belleza, originalidad e inmenso atractivo de estas extrañas y exóticas viviendas, las Casas de Onyar fueron agregadas oficialmente al Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
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