La Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María es uno de los tesoros arquitectónicos más destacados de España. Una majestuosa catedral gótica y un testimonio de la grandeza del arte y la devoción religiosa.
Se empezó a construir en el siglo XIII y tuvo grandes modificaciones en los siglos en los siglos XV y XVI. Está considerada una de las obras maestras del estilo gótico, presentando también diferente mobiliario y elementos decorativos de otros estilos artísticos, como el Renacimiento y el Barroco. Su fachada imponente y detallada, con sus altas torres y sus delicadas vidrieras, deja sin aliento a quienes la contemplan.
Cada rincón de este lugar es una obra de arte en sí misma, desde los intrincados detalles de la portada hasta los impresionantes contrafuertes que sostienen la estructura. Al ingresar a la catedral, los visitantes son recibidos por un interior igualmente impresionante. La nave principal se eleva majestuosamente hacia el techo, sostenida por elegantes columnas y arcos góticos.
Los vitrales, que llenan el espacio con una luz celestial, cuentan historias bíblicas y evocan una sensación de espiritualidad. Los retablos y las capillas laterales exhiben obras maestras de la pintura y la escultura, incluyendo piezas de artistas como Diego de Siloé y Felipe Vigarny.
Uno de los tesoros más destacados es el famoso Papamoscas, un autómata mecánico que se encuentra situado en lo alto de la nave mayor. Cada hora en punto abre la boca al tiempo que con su brazo acciona el badajo de una campana, realiza una breve representación que encanta a todos los visitantes.
La Catedral de Burgos también alberga el sepulcro del Cid Campeador y su esposa Doña Jimena, una obra maestra de la escultura funeraria medieval. Este monumento es una muestra de la importancia histórica y cultural de la figura legendaria del Cid en la región.
La Catedral de Burgos fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en octubre de 1984.
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