La Basílica de Begoña, situada en lo alto de una colina en Bilbao, es un lugar sagrado y venerado que atrae a creyentes y visitantes por igual. Conocida como la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, esta iglesia es un símbolo importante de la fe católica en la región vasca. Fue construida a principios del siglo XVI en un estilo gótico tardío, aunque también presenta otros estilos arquitectónicos.
Su exterior destaca por su impresionante portada de estilo renacentista en arco de triunfo. La entrada principal está adornada con esculturas religiosas y detalles ornamentados que invitan a los visitantes a explorar su interior.
Al ingresar a la basílica, uno es recibido por una atmósfera de serenidad y devoción. Los altos techos abovedados y los pilares de piedra crean una sensación de grandeza y solemnidad. Además, la luz que se filtra a través de los vitrales de colores creando un ambiente cálido y espiritual.
El elemento más destacado de este templo religioso es la imagen de la Virgen de Begoña, conocida como la Amatxu y patrona de Bilbao. La estatua de la virgen, tallada con un estilo gótico en madera policromada y vestida con vestimentas sagradas, es objeto de gran devoción y veneración, pues los fieles y visitantes se acercan a la imagen para ofrecer sus oraciones y peticiones.
Durante la primera Guerra Carlista el retablo barroco presente en la iglesia desapareció, sustiyuyéndose por el actual de estilo isabelino. En su interior, los detalles artísticos, así como las pinturas y esculturas religiosas, añaden una belleza adicional a este lugar sagrado.
La Basílica de Begoña es un importante centro de peregrinación y fe en Bilbao. Muchos creyentes acuden aquí en busca de consuelo espiritual y para honrar a la Virgen de Begoña en festividades religiosas y procesiones.
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