El Puerto de Alicante inició su construcción en el año 1476 durante el reinado de Juan II de Aragón buscando consolidar en ese momento el pujante desarrollo comercial alicantino que, desde su declaración como Puerto Público del Mediterráneo en 1271, ha tenido al puerto como uno de los canales comerciales y de transporte más importantes de la ciudad.
Al igual que los principales puertos modernos a nivel mundial, el Puerto de Alicante se haya conectado por una red de carreteras y autopistas con las principales ciudades y comunidades del país, en especial Castilla-La Mancha, Murcia, Madrid y Andalucía, además de estar estrechamente ligado a su aeropuerto, el cual está a escasos 12 minutos de distancia.
Otro punto a favor que posee el Puerto de Alicante es su estratégica ubicación geográfica en pleno corazón de la ciudad, por lo que a fines prácticos funciona de manera muy efectiva como punto de distribución de mercancía, centro de operaciones pesqueras y comerciales, una excelente ruta naviera y un magnífico lugar recreativo gracias a sus múltiples opciones de ocio.
Si bien el Puerto de Alicante ocupa un lugar modesto dentro de los grandes puertos comerciales españoles como Algeciras, Barcelona o Bilbao, es un canal de vital importancia para el comercio regional, en especial del calzado, la agroindustria y el sector juguetero.
Otro detalle muy importante del Puerto de Alicante, y que ha representado un pilar en su desarrollo económico, es que la belleza de su costa, y la facilidad para el atraque de naves de gran calado, atrae una enorme cantidad de turistas que llegan hasta la ciudad gracias a la activa ruta de cruceros que existen en el Mediterráneo y que desembarcan en la ciudad.
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