Mercado Central de Alicante

 
De estilo ecléctico con ornamentos propios del modernismo valenciano, el Mercado Central de Alicante fue inaugurado a principios del siglo XX y su proyección fue del afamado arquitecto Francisco Fajardo Guardiola quien inició la obra en 1915 y su culminación en el año 1922 correspondió a Juan Vidal Ramos.

La planta del edificio es tradicionalmente rectangular, pero con una rotonda hacia el suroeste para compensar la irregularidad del solar. Su rotonda tiene cubierta semiesférica y se presenta con un volumen diferente al principal y su fachada más emblemática, situada en la avenida Alfonso el Sabio, es la que posee una gran escalinata.

El edificio cuenta con semisótano y un nivel superior donde están los puestos de venta, todo organizado en un sistema estructural porticado junto con tres naves de estilo basilical, en los que se agrupan los locales formando alargadas manzanas en el un sentido longitudinal.

Para conseguir una mayor distribución armónica del espacio el edificio recurre a pilares y cerchas hechas de acero laminado y sus cubiertas inclinadas y fraccionadas hacia los laterales permiten una espléndida y elegante iluminación cenital. Cabe destacar los materiales acristalados y ligeros en sus laterales se conjugan con el ladrillo en las principales fachadas, y los huecos resultantes se rasgan de manera vertical al intercalarse con las bandas macizas que recorren desde arriba hasta abajo su planta principal.

El estilo ecléctico presente en toda la construcción se apoya en los elementos ornamentales de tipo modernista, como su arco carpanel en su entrada, la textura de sus materiales o los azulejos, con otros elementos característicamente casticistas como sus volutas jónicas o los pináculos herrerianos.

Sin duda, el Mercado Central de Alicante es una de las más interesantes joyas arquitectónicas de la ciudad, cuya belleza y exotismo atrae a gran cantidad de turistas.
   
 
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