Basílica de Santa María (Alicante)

Basílica de Santa María (Alicante)


Situada en la plaza homónima se encuentra la Basílica Santa María, la iglesia más antigua de Alicante, la cual fue diseñada con un estilo característico del gótico valenciano sobre las fundaciones de una antigua mezquita durante los siglos XIV y XVI.

A lo largo de los siglos este templo fue parte importante de la historia de Alicante y sufrió repetidos daños, el más grave de todos durante la Guerra Civil Española cuando su interior fue desvalijado y usado como almacén militar y posteriormente en las décadas siguientes reformada y restaurada.

Su diseño es de nave única de cabecera poligonal y a sus laterales están las capillas entre contrafuertes. En su fachada se destacan sus curiosas torres desiguales, una de ellas en forma de L, del siglo XIV, y la opuesta de 1713 de forma rectangular, pero lo más impactante es su hermosa portada barroca ricamente decorada por un conjunto de esculturas del artista Juan Bautista Borja.

El interior del templo es espléndido gracias a su destacado altar mayor de estilo rococó original del siglo XVIII y el coro de estilo gótico que data del siglo XV. También resalta la capilla, que atesora una imagen de la Inmaculada del artista Esteve Bonet del siglo XVI y un antecoro con una rica portada barroca de piedra y la espléndida capilla del Bautismo hecha con mármol de Carrara.

La basílica atesora una gran cantidad de obras de arte que incluyen dos obras del siglo XV muy valiosas, una imagen de estilo gótico hecha en piedra de Santa María y una talla de los Santos Juanes obra de Rodrigo de Osona, además de incunables del siglo XIII y posteriores. Pero sin duda, lo más valioso es un grabado en seda del siglo XVIII de la Inmaculada Concepción hecha en fino estilo rococó, obra de Pedro Paredes.
   
 
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